miércoles, 12 de junio de 2013

Un poco de Psicología...

Ahora. Ha llegado el momento. El momento en que parezco vislumbrar un atisbo de una verdad que parece ser la efectiva, la real, la que me muestra el camino tal y como es. Una verdad que siempre ha estado en mí sin saberlo bien. Es ahora cuando me percato de que conocer ciertos conceptos psicológicos resulta fundamental para llevar el cauce de mi vida por donde yo quiera, de la forma más agradable posible. Y es ahora cuando reparo en el hecho de que ciertos libros de autoayuda pueden ser realmente útiles. No hay una sola idea en este libro que me haya hecho estar en desacuerdo, lo que es ciertamente sobrecogedor, dado mi arraigado e irresquegrajable sentido de la crítica, más aún cuando se trata de leer un libro que se presupone tiene la intención de ayudarme. Lo dicho. Así ha sido, y sigue siendo, ya que me quedan unas pocas páginas para terminarlo. No creo equivocarme en adivinar un final estupendo y más esclarecedor aún si cabe.

Tras haber leído anteriormente otros libros de este estilo, de otros autores, el resultado no ha sido nunca tan positivo. Al contrario,  el escepticismo me ha invadido por momentos con según qué frases, lo que ha propiciado que no desease siquiera continuar leyéndolos. Esta vez ha sido diferente. Por primera vez, un libro de autoayuda, valga la redundancia,  me ha ayudado. [ALERTA DE SPOILER!! xD]



En este libro se abordan muchos temas en particular que podría resumir, pero sin duda alguna leerlo detenidamente es el mejor homenaje que se puede hacer uno a sí mismo, de forma que no me satisface revelar todo su contenido ni tiene sentido que lo haga. Pero sí que considero oportuno resaltar algunos de los conceptos que aquí se mencionan, ya que solo conocerlos e identificarlos, nos puede servir de gran ayuda.

Yo, personalmente, creo que merece especial hincapié el hecho de que se resalta que para ser feliz tiene uno que ser uno mismo. Tan sencillo como eso. Una frase que escuchamos tan a menudo pero que realmente no se lleva a cabo en muchas ocasiones por muchos motivos. A su vez, muchos de los motivos que nos frenan - y es aquí cuando se habla de inmovilización - están relacionados con mitos y clichés que nuestra enculturización nos ha impuesto. Desde nuestros padres, nuestro colegio, nuestros allegados, nuestras costumbres... Todo. La mayoría de las personas vivimos a expensas de los otros y de lo que ellos piensan. Acatamos órdenes por absurdas que sean por hacer las cosas como se espera que las hagamos. Se habla de que el concepto de bien y de mal no ha de existir, sino la posibilidad de hacer las cosas diferentes. Un ejemplo que me llamó la atención, entre muchos otros, es el de los buenos modales. Algo con lo que nunca he comulgado, y con lo que me he identificado de inmediato. El cómo se nos ha hecho creer que determinados comportamientos son buenos y otros no lo son, como comer de una determinada forma (con el pescado vino blanco, con la carne vino tinto), sentarse de una determinada forma, el llamado síndrome de la organización, acostarse a una hora determinada aunque no se tenga sueño, etc. El concepto de la justicia y la equidad también se ha puesto de manifiesto. Tan cierto como que la justicia no existe y no debo permitir que las injusticias me inmovilicen a pesar de estar en desacuerdo y de que me resulten realmente irritantes, y aceptar el hecho de que siempre existirán. Se menciona el ejemplo del ave que se come al gusano, lo que no es justo para el gusano; o nosotros mismos que nos comemos las vacas, lo que no es justo para las vacas, etc. En cuanto a la equidad, se usa el ejemplo de los regalos (hacerse regalos del mismo valor en cuanto a precio) . Se aborda el tema de  la aceptación de uno mismo para poder a amar al otro, cómo no. El concepto de culpabilidad (con referencia al pasado) y de preocupación (con miras al futuro) como un fenómeno propagado a gran escala y que nos separa de vivir el momento presente, incuso haciéndonoslo perder. Se enfatiza la importancia de lo inútil en culpabilizarse y preocuparse. 


 Uno de los conceptos que más me gustan es el de la "deberización" ("musterbation") introducido por Albert Ellis. Dice que "los debes y deberías siempre producen una sensación de tensión que aumenta a medida que la persona trata de actualizar sus "debes" dentro de su comportamiento... Más aún, debido a la exteriorización del proceso, los "debes" siempre contribuyen a perturbaciones en las relaciones humanas de una u otra manera". Otra de las citas que me gustan mucho al respecto es la que sigue, de Ralph Waldo Emerson en Éticas Literarias: "Los hombres muelen y muelen en el molino de un axioma y lo único que sale es lo que allí se puso. Pero en el momento mismo que abdandonan la tradición por un pensamiento espontáneo, entonces la poesía, el ingenio, la esperanza, la virtud, la anécdota ilustrativa, todo se precipita en su ayuda". 

Un importante concepto a destacar es también el de la etiqueta. Del gran poder de inmovilización que supone etiquetarse a uno mismo. Decir cosas como "Es que yo soy así, de tal forma...", "siempre he sido así", "soy malo para..." son de todo menos útiles y movilizadoras. Somos lo que decidamos ser, y nosotros mimos nos ponemos barreras con excusas de ese tipo. 

El concepto de la búsqueda de aprobación es muy comentado. La importancia de entender la búsqueda de aprobación como deseo (no patológico) y como necesidad (patológica). No es insano buscar aprobación en los demás, y no siempre debemos tener motivos para todo, a veces se hacen las cosas por el simple placer de hacerlas, porque en ese momento las deseas. El problema radica en cuando la búsqueda de aprobación se convierte en una necesidad.

 Pero sobre todo, el concepto que más ilustra nuestro comportamiento de forma global, quizá sea el de locus de control. Se dice que la mayoría de las personas tienen un locus de control externo; esto es, que son movidas por el exterior, por lo que piensan los demás. Todo lo que les ocurre es a causa de un tercero, ya sea positivo o negativo. Cuando nos guiamos por lo que otros hacen en comparación a nosotros ya hemos sucumbido a la inmovilización porque no nos guiamos por nuestras metas propias ni nuestros propios méritos sino por los de otros. Esto no es sano, como es lógico. Mientras que un locus de con trol interno supone centrarse en uno mismo, en la autorreflexión, en comprender que lo que nos sucede tiene como verdadero y único responsable a sí mismo. Este es el locus al que deberíamos inclinarnos por ser mucho menos autodestructivo, más sano. Aunque todo tiene matices, claro está.

De lo que no cabe duda es de que asimilar todos estos conceptos con la ayuda de un sinfín de citas y ejemplos más que ilustrativos me ha sido de enorme ayuda a muchos niveles. Entender que yo soy yo y no lo que los demás esperan de mí. Confiar en mí misma ante todo. La importancia de ser asertivo y resiliente. La importancia de conocer todos estos conceptos que he resaltado a lo largo de este discurso y de algunos otros más para poder tener un mejor entendimiento de mi potencial como persona feliz. Porque ese es y ha de ser nuestro fin último, ser felices.

Este gran libro se titula "Zonas erróneas", de Wayne W. Dyer.

¡Un beso!

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