jueves, 28 de junio de 2012

¡Cremalleras resistentes!

Tengo una especie de imán para las cremalleras en mal estado. Más de una vez se torna ardua la tarea de  dirigir mi fuerza en el sentido opuesto a la dirección en la que cierran o abren cualquier prenda, utensilio o accesorio que se precie. Incluso, aun siguiendo la dirección adecuada, parezco tener cierta facilidad para excederme en la fuerza ejercida y hacer que salga disparatada para luego tener que buscarla por los alrededores, deshacer el entuerto y volver a comenzar. Volver a intentar seguir una trayectoria uniforme y en el correcto sentido con una dosis de fuerza lo suficientemente necesaria como para que la dichosa en cuestión obedezca y cumpla su función. Una torpe de las cremalleras, vamos. O una impaciente sin maña para estos quehaceres. Y cuando las prisas atacan, ni que decir tiene que peor me lo ponen. En fin. Tengo asumida mi poca destreza en lo que al terreno cremalleril se refiere, y de verdad tiemblo cuando me hacen la típica pregunta de: "¿Me subes/bajas la cremallera?". Aunque curiosamente, quiere resultarme más fácil subirla o bajarla para los demás (en cuanto a prendas se refiere) que cuando se trata de las mías propias, de mis cremalleras, esas condenadas. Halláranse en zapatos u otros utensilios varios - por ponerlo de alguna forma- sea o no para mi beneficio personal, el trabajo se complica sin lugar a dudas. Claro está que no siempre ocurre este tipo de percance, faltaría más; pero desde luego, más a menudo de lo habitual en mi caso, cosa que me ha llevado a inmortalizarlo, en este mi querido blog. ¡Porque las cremalleras nos acompañan por la senda de nuestras vidas!
Aprovecho para que, el hábil que amablemente se ofrezca, me explique con paciencia y brevedad sus dotes en la materia. Quizá exista algún truco que me haga la vida más sencilla en este aspecto, y mientras yo aquí, desconociéndolo en la más profunda ignorancia xDD. ¡¡Y recuerden no dejarse la farmacia abierta, que con esta crisis, el hurto será un hecho!! ;)


Una cremallera para ti!! ;)

miércoles, 27 de junio de 2012

Rulo y "La cabecita loca" :)





No te pierdo de vista y ya te echo de menos... 




domingo, 24 de junio de 2012

Mens sana in corpore sano

Es increíble las tasas de obesidad que se llegan a alcanzar en nuestro país. Dice el periódico de hoy domingo que se consume demasiada leche de vaca y carne, aparte de que se rebasan las cantidades diarias recomendadas en un 43% en general. Las cifras son realmente espeluznantes. Parece que mucha gente no se conciencia de los peligros de comer mal. Y es que sucumbir a las tentaciones del paladar es algo realmente fácil. Lo difícil es hacer una vida sana. Cambiar el chip y proponerse comer saludablemente, sin reparos ni miramientos, siendo conscientes de la importancia que tiene una buena alimentación a la par que un ejercicio físico constante, periódico. La impresión de que circulan demasiados mitos en cuanto a lo que a la salud se refiere, aún hoy día, sigue estando en vigor. Si a ello le sumamos el hecho de que cada día se difunden noticias de poco rigor científico que la población general se dedica a leer, y se limita a creer más allá de su ignorancia mundana, podríamos hablar de que tal cosa contribuye también a expandir los susodichos mitos. Y así es. Las estadísticas lo reflejan. Se ve en la calle, se ve en la consulta, se ve en los quirófanos.

Uno de los mitos que más anda por ahí es el de poder ingerir cuantas calorías quieras por el hecho de tener un metabolismo poco propenso a engordar. Pero...¿y el colesterol? ¿Y los triglicéridos? ¿Y las placas de ateroma? ¿Y las arterias? ¿Y el hecho de no hacer ejercicio, bastante frecuente en nuestra población? Tarde o temprano, todos estos factores pueden hacer cambiar nuestro metabolismo haciéndonos llevar sorpresas inesperadas nada buenas. La principal causa de muerte en el país desarrollado es la aterosclerosis, que con la edad va en aumento; pero nadie está exento de padecer este mal si lleva malos hábitos de vida como los comentados.

Se habla mucho de dietas mononutricionales, cosa que me parece aberrante ya por el simple hecho del nombre que tienen. Es imposible que alimentarse a base de unos pocos o un solo nutriente sea beneficioso para la salud, y aun así, hay quien lo crea porque sale publicado en no sé qué revista de no sé dónde que es sobre salud (o no). Permítanme informarles de que muchas de las noticias sobre salud que vienen en revistas sobre salud que se pueden adquirir en cualquier quiosco, no son nada fiables. No se basan en estudios científicos. Hay quien llegue incluso a creer afirmaciones tales como que "el chocolate adelgaza".

Se relaciona bastante el estar delgado con estar estupendo, pero no siempre es así. Por lo comentado. Muchas personas delgadas comen muy mal, y sí, están delgadas, pero su salud se resiente. Lo hará tarde o temprano. Además de que no conviene adelgazar por el mero hecho de sentirnos bien por fuera, sino, por dentro ante todo; aunque vernos delgados o relativamente delgados puede ayudar bastante a aumentar nuestra autoestima, lo que resulta evidentemente beneficioso también. Pero no nos olvidemos que ante todo, se trata de un problema de salud. La obesidad acarrea enfermedades como diabetes, limitación funcional del movimiento, apnea del sueño, problemas óseos y articulares, problemas neuropáticos periféricos; y las consecuencias inmediatas de la aterosclerosis, por supuesto: el infarto agudo de mioardio, los accidentes cerebrovasculares, etc.

En resumen:
- No debemos creer todo aquello que leemos
- Es necesario educar a la población para evitar la ignorancia masiva, y que se sigan expandiendo mitos de este tipo; así como realizar campañas de prevención de obesidad y concienciación sobre los hábitos saludables.
- Más fruta, más verduras, menos grasas trans y saturadas, menos azúcar, menos lácteos (aunque hacen falta), menos fritos y más "a la plancha", más agua mineral, más zumos naturales (no néctares), etc. etc. y, por supuesto, más ejercicio de forma habitual.
- No es necesario dejar de comer, o comer mucho menos. Simplemente, comer de forma moderada los alimentos adecuados. Permitirse un capricho de vez en cuando tampoco está prohibido, siempre y cuando seamos constantes en nuestra rutina diaria de hábitos saludables.
- No fumar

En fin. Son cosas que muchos, a pesar de saberlas, no llevamos a raja tabla, yo incluida. Pero tenemos que percatarnos de que una buena salud es una buena prevención ante todo, y los efectos se van viendo no solo a corto plazo, sino más bien a la larga, de forma crónica. Una buena salud no es cosa de dietas insípidas que solo conllevan déficits nutricionales, sino un régimen de constancia diaria que abarque todo lo ya comentado, perseverancia.


P.D. Anda por ahí una web sobre mitos en cuanto a alimentación elaborada por compañeros míos que quizá a alguno le interese mirar. Es la siguiente: www. nutricmed.com. Hay más donde seguramente pueden consultar, pero esta seguro que es fiable. Aquí dejo la pirámide de la alimentación en relación a los alimentos que más se deben consumir, los que menos, etc. para recordarla y tenerla presente. Está actualizada por la Sociedad Española de Nutrición.  Hablamos de porciones al día.


¡¡Saludos del pájaro!! ;-)







martes, 5 de junio de 2012

¡Hablar, parlare, speak, parler!


¡Madre mía del amor hermoso! ¡La de tiempo que hacía que no posteaba por aquí! Pero que no panda el cúnico, aquí estoy para que tiemble la tierra cuando quiera expresarme, internet se tambalee y algunas Oreo dejen de ser manías (y me aguanten de vez en cuando ^^). Este momento me recuerda a cuando abro mi diario, que lleva años guardado, y lo vuelvo a abrir para encontrarme con el épico momento de que no escribía desde que tenía quince años. Pero sabes que ahí está, y puedes escribir cuando quieras, cuando te apetezca :).


El caso es que andaba yo por aquí con mis sensaciones y pensamientos, divagando, imaginando una vez más. Comenzaré confesando que soy una gran amante de la lengua, de los idiomas, de las distintas formas de expresarse verbalmente, de la palabra, de la etimología. Por eso, hace unos días, al toparme con un artículo que tuve que leer (para mi sorpresa, plácidamente) para llevar a cabo un proyecto de mi carrera, reviví esa sensación de la que quiero hablar. Y es que muchas veces, desde hace ya años, he tenido la impresión de que no es justo vivir en un solo idioma. Es un vivir demasiado monolingual, a mi gusto. Me explico.


 Hay muchas veces, muchos momentos, en los que me gustaría teletransportarme a un mundo en el que todos hablaran inglés, o francés, o italiano, o chino, o ruso, o suahelí (a ese no tanto xD). Y sé que es posible físicamente, pero seamos serios. O te planteas irte a vivir fuera, con todo lo que ello conlleva, o a vivir dando vueltas al globo sin parar. Y esto es una gran utopía, a mi modo de ver. Porque estaríamos en las mismas. Donde quiera que estés, podría pasarte exactamente lo mismo pero con otra lengua, y ansiar volver a un lugar en el que hablaran otra lengua que no sea la que llevas hablando por un largo tiempo. E instantáneamente, es prácticamente imposible.


El motivo por el que me empuja este sentimiento es porque, al ser bilingüe, he tenido la oportunidad de vivir hablando en otro idioma en un lugar, a pesar de no ser muy grande, en el que todos hablábamos el mismo idioma; y el hecho de haber podido apreciar las diferencias de hablar uno u otro ha sido muy enriquecedor en el sentido de que he podido reparar en el hecho de que cuando no hablas en otro idioma en un momento dado, es posible que te estés perdiendo las grandes sensaciones que implica poder hacerlo, y lo diferente que se puede llegar a vivir una situación dada, a veces mejor, a veces peor. Pero te lo pierdes.


Con todo, estoy muy orgullosa de mi lengua, el castellano. No con todo esto quiero decir que desprecie mi lengua ni mucho menos. La lógica que entraña toda lengua es digna de admirar, a mi modo de ver; y muchas veces, hilando unas y otras, esta lógica cobra un sentido espectacular. 


El artículo del que hablaba lo pueden encontrar al final del post. Se titula "Hablar con afecto", escrito por Nathan Collins, un periodista científico, para la revista Mente y Cerebro. Básicamente, se centra en un estudio llevado a cabo en cierta universidad con alumnos bilingües en el que se dan conversaciones entre ellos en su idioma natal así como el otro que hablan. Los estudios demuestran que estos individuos pueden cambiar de personalidad cuando hablan en ese otro idioma.  Cuando leí esto, todas esas impresiones que tenía desde hace años se confirmaron de alguna forma. Y aunque no tanto el hecho de que sea posible cambiar de personalidad me atrajo, según dicho artículo (que ciertos cambios, pues tampoco son perjudiciales), sí el hecho de corroborar esas diferencias con tal afirmación. 


En fin. Puede que sea una disconforme, sin más. Pero que siempre he tenido estas sensaciones, pues sí. 


¡¡Besos a tod@s!!  (me alegra volver por aquí )

"El verdadero significado de las cosas se encuentra al decir las mismas cosas con otras palabras", Charles Chaplin.


http://www.investigacionyciencia.es/03065966000709/Hablar_con_afecto.htm