martes, 5 de junio de 2012

¡Hablar, parlare, speak, parler!


¡Madre mía del amor hermoso! ¡La de tiempo que hacía que no posteaba por aquí! Pero que no panda el cúnico, aquí estoy para que tiemble la tierra cuando quiera expresarme, internet se tambalee y algunas Oreo dejen de ser manías (y me aguanten de vez en cuando ^^). Este momento me recuerda a cuando abro mi diario, que lleva años guardado, y lo vuelvo a abrir para encontrarme con el épico momento de que no escribía desde que tenía quince años. Pero sabes que ahí está, y puedes escribir cuando quieras, cuando te apetezca :).


El caso es que andaba yo por aquí con mis sensaciones y pensamientos, divagando, imaginando una vez más. Comenzaré confesando que soy una gran amante de la lengua, de los idiomas, de las distintas formas de expresarse verbalmente, de la palabra, de la etimología. Por eso, hace unos días, al toparme con un artículo que tuve que leer (para mi sorpresa, plácidamente) para llevar a cabo un proyecto de mi carrera, reviví esa sensación de la que quiero hablar. Y es que muchas veces, desde hace ya años, he tenido la impresión de que no es justo vivir en un solo idioma. Es un vivir demasiado monolingual, a mi gusto. Me explico.


 Hay muchas veces, muchos momentos, en los que me gustaría teletransportarme a un mundo en el que todos hablaran inglés, o francés, o italiano, o chino, o ruso, o suahelí (a ese no tanto xD). Y sé que es posible físicamente, pero seamos serios. O te planteas irte a vivir fuera, con todo lo que ello conlleva, o a vivir dando vueltas al globo sin parar. Y esto es una gran utopía, a mi modo de ver. Porque estaríamos en las mismas. Donde quiera que estés, podría pasarte exactamente lo mismo pero con otra lengua, y ansiar volver a un lugar en el que hablaran otra lengua que no sea la que llevas hablando por un largo tiempo. E instantáneamente, es prácticamente imposible.


El motivo por el que me empuja este sentimiento es porque, al ser bilingüe, he tenido la oportunidad de vivir hablando en otro idioma en un lugar, a pesar de no ser muy grande, en el que todos hablábamos el mismo idioma; y el hecho de haber podido apreciar las diferencias de hablar uno u otro ha sido muy enriquecedor en el sentido de que he podido reparar en el hecho de que cuando no hablas en otro idioma en un momento dado, es posible que te estés perdiendo las grandes sensaciones que implica poder hacerlo, y lo diferente que se puede llegar a vivir una situación dada, a veces mejor, a veces peor. Pero te lo pierdes.


Con todo, estoy muy orgullosa de mi lengua, el castellano. No con todo esto quiero decir que desprecie mi lengua ni mucho menos. La lógica que entraña toda lengua es digna de admirar, a mi modo de ver; y muchas veces, hilando unas y otras, esta lógica cobra un sentido espectacular. 


El artículo del que hablaba lo pueden encontrar al final del post. Se titula "Hablar con afecto", escrito por Nathan Collins, un periodista científico, para la revista Mente y Cerebro. Básicamente, se centra en un estudio llevado a cabo en cierta universidad con alumnos bilingües en el que se dan conversaciones entre ellos en su idioma natal así como el otro que hablan. Los estudios demuestran que estos individuos pueden cambiar de personalidad cuando hablan en ese otro idioma.  Cuando leí esto, todas esas impresiones que tenía desde hace años se confirmaron de alguna forma. Y aunque no tanto el hecho de que sea posible cambiar de personalidad me atrajo, según dicho artículo (que ciertos cambios, pues tampoco son perjudiciales), sí el hecho de corroborar esas diferencias con tal afirmación. 


En fin. Puede que sea una disconforme, sin más. Pero que siempre he tenido estas sensaciones, pues sí. 


¡¡Besos a tod@s!!  (me alegra volver por aquí )

"El verdadero significado de las cosas se encuentra al decir las mismas cosas con otras palabras", Charles Chaplin.


http://www.investigacionyciencia.es/03065966000709/Hablar_con_afecto.htm

8 comentarios:

  1. Di q si: q tu escribes cuando quieres y aqui esta el Reader para chivarse de ello:-P. Yo soy otra enamorada de los idiomas y me encantaria disponer de todo el tiempo del mundo para poder seguir aprendiendo y conociendo otros... aunq al final acabas yendo a lo practico y como mucho procuras perfeccionar (y no perder) lo q ya conoces o (tratar de) aprender aquellas otras q podrian darte de comer con ¿mas facilidad?. Para el viajar y dar vueltas al globo... ni falta q hace parlar... tan solo tener ganas (y pasta):-P.

    Efectivamente hay lugares de nuestra geografia, no muy grandes, en los q podrias hablar casi en cualquier lengua q te propongas... y me da q te queda cerca BeSiNeS y recuerdos p'al pajaro:)

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  2. @Saritisima:¡cuánto tiempo! jajjaa. Me alegra verte por aquí de nuevo ;). Yo, con todo esto, quiero decir (y no quiero resultar pedante) que para mí supone un problema de anacronía, porque imagínate: aunque yo viajase continuamente y me quedase un tiempo prudencial en cada país al que visitase, sería muy probable que en un momento dado en el que seguramente no pudiera desplazarme a ese otro lugar en el que ansío estar (que igual no es un escenario distinto, sino simplemente una situación lingüística diferente) me tendría que conformar con la lengua que prima en ese lugar o momento. No sé si me explico. Aquí en Canarias desde luego se pueden hablar unas cuantas lenguas más hacia el sur!! jajaja y más cerca me quedaría el hecho de tener a parlantes de otras lenguas a mi alrededor; pero no siempre se da cuando lo anhelas, que es a lo que me refiero ;). BeSoTeS!

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  3. Sin duda el bilingüismo es una ventaja, un bien cultural, sean cuales sean los idiomas en cuestión, que debemos preservar a la par que fomentar.

    El problema es que hay gente que quiere convertir los idiomas en temas políticos y no culturales y se mezclan churras con merinas. Y en el fondo de ese enfrentamiento sale debilitada la cultura de la zona y en vez de unir las lenguas las utilizan para dividir, qué pena!!!

    Pero ese es otro tema. Lo que no acabo de ver es el hecho de cambiar de personalidad a la hora de cambiar de idioma, quizás se refiera a un cambio cultural, una adaptación a los usos de la lengua hablada, no sé, voy a leer el artículo.

    Un abrazo (y un placer volver a leerte)

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  4. @Sese: ¡Hola de nuevo! Me agrada volver a verte por aquí :). Es cierto lo que dices en cuanto a que se debilitan unas culturas a favor de otras en detrimento de su lengua original. De hecho, un mal muy común es el empleo de neologismos procedentes de distintas lenguas que incorporamos a la nuestra con el fin de enriquecerla sin percatarnos de que muchas veces lo que hacemos así es entorpecerla y empobrecerla. Por supuesto, la identidad cultural nunca debe perderse. Es algo que,sin duda, opino que debe perdurar. Besos!! ;)

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  5. Pues los traductores intérpretes, que dominan de cuatro en adelante, cual maternos, tendrán verdaderos transtornos de personalidad....un poco rarunos si son.

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  6. @pseudosocióloga: Hola, nunca te había visto por aquí.Bienvenida.Yo ya te digo que en cuanto al tema "personalidad" y los cambios aparentes que conlleva hablar en otra lengua, no es que sea de lo más cautivador de la cuestión; aunque tampoco considero que pueda ser perjudicial, sino, al contrario, beneficioso, probablemente. No tengo el gusto de conocer a ningún políglota, aunque sí a hablantes de varias lenguas, sobre todo bilingües, y tengo que decir a su favor que son personas estupendas y muy normales. No creo que generalizar de esa forma sin demostrarlo sea del todo pertinente. ¿Puedes demostrarlo?

    Un saludo.

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  7. Hola de nuevo,@pseudosocióloga.Si me explicas dónde está la ironía o la broma, te lo agradecería bastante. Porque tonta hasta el momento he sido en más de una ocasión, pero creo que la ironía sé captarla. Y créeme que esta vez no he tenido éxito. Si gustas ilustrarme, adelante.

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