La siesta y la mala costumbre...

Lo confieso. Soy presa fiel de la siesta. El problema es que, como muchos españoles, seguramente no la hago bien. Y es que para que la siesta sea productiva no debes pasarte más allá de los treinta minutos porque, de lo contrario, lograrás que tu reloj biológico se descompense y al llegar la noche, tendrás insomnio. Las descompensaciones horarias son una caca. Y el que lo pasó lo sabe bien... Yo, personalmente, necesitaría mantenerme despierta durante un día para poder ajustarlo y volver a la normalidad. Por una parte, me gusta la noche (en anteriores entradas he comentado mi extraña relación con el Peltzman, aquel fenómeno por el que, en mi caso, una se decide a hacer lo contrario de lo que se debería en ciertas ocasiones como la que aquí se describe xD), pero cuando hay cosas que hacer, sin duda la luz del día es tu mejor aliado. Me pregunto qué variedad de trucos tendrá la gente para dormirse cuando se hallan en esta situación, aunque me aventuraría a decir que muchos hacen lo mismo que yo. En fin, a ver si esta noche lo consigo xD

Por otra parte, aprovecho para hablar de una canción que vine a descubrir hace no mucho y que habla de la mala costumbre que tenemos de no expresar lo suficiente a quienes más queremos nuestro afecto, de no mostrar del todo nuestros sentimientos por cohibirnos de más... Vale que es un poco melosa, pero no deja de ser emocionante y su significado lo es todo. Pues eso. Que hay que querer sin tapujos y decir y demostrar a quienes queremos que les queremos constantemente, que luego todos nos vamos, algunos quedamos, y al final nos vamos también. Pero mientras quedamos cuando los que queremos se han ido, no hay vuelta atrás y solo han de quedar los buenos recuerdos ;) Nada que no sepamos pero no terminamos de hacer bien,¿no?



Un beso a todos!!!